En la opinión de J. Luis Ahuactzin
El Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, encabezado por el presidente Emmanuel Ávila González, quedó exhibido por los magistrados del Tribunal Electoral de Tlaxcala, como un novato, y sobre ellos la pésima elección que haya vivido Tlaxcala.
Los consejeros electorales Juan Carlos, Erika, Edgar, no tenían pretexto para haber permitido tremendos errores garrafales electorales, pues ya contaban con experiencia electoral, según se sabía.
La entonces presidenta Elizabeth Martínez, fue conocida por sus constantes quejas por falta de recursos públicos para los procesos electorales en los sexenios de Mariano y Marco Mena, que hasta el INE tuvo que intervenir, pero aun así fue, entonces ahora comparado, el mejor Consejo que desarrolló las elecciones.
Los actuales consejeros novatos que echaron por la borda todo aquel trabajo electoral y de (des) organización fueron Emmanuel, Yedith, Janet, Hermenegildo, principales autores intelectuales del fracaso electoral, por inexpertos, faroles y altaneros.
Pero la elección ya pintaba con un mal rumbo, comenzando porque desde diciembre de 2023, inicio del proceso electoral, los acuerdos endebles eran impugnados por los partidos políticos y en la mayoría de casos por el PVEM que les corregía la plana desde tribunales; uno de ellos fue que en esta elección no se pidiera como requisito a candidatos la carta de no antecedentes penales, pues era un exceso y la norma no lo contemplaba.
Luego, en plena etapa de registro de candidatos del proceso electoral, despidieron a su director de organización electoral, ¿A quién se le ocurre tremenda desfachatez?
Por si eso fuera poco, prefirieron ahorrarse dinero del presupuesto para no contratar mayor personal y se realizará la captura de registro de candidatos, pues de ahí devino otra inconformidad porque hubo un retraso…
Pero los inexpertos y testarudos, lo resolvieron Fast Track por la presión de líderes partidistas y ordenaron entregar folios de registros a los partidos políticos sin que tuvieran la certeza de que ellos realizarían los registros, pero estos fueron tan astutos que sirvieron dobles folios o folios repetidos, que fueron usados para subir y bajar candidatos a su antojo.
La capacitación electoral a funcionarios de casillas fue un desastre y aunque el INE y el ITE comparten responsabilidad, echaron las campañas al vuelo y cínicos dijeron el día de la jornada electoral que la elección fue un éxito rotundo y la más alta participación electoral.
Pero, para su desgracia, ese mismo día, cerca de la media noche, comenzó el conflicto social y la quema de urnas en Tecopilco, luego Ixtenco, Axocomanitla, y el conflicto social postelectoral en Huamantla.
Cuál fue la razón, que los conteos de votos fueron erróneos y manipulados, por los propios funcionarios electorales de casillas, ante una pésima capacitación, que puso en riesgo su vida, porque desconocían los procedimientos.
Pero previo a los conflictos, nadie sospechaba que lo ocurrido en la jornada electoral, desde las amenazas contra los presidentes de casilla, utilizar a electores para funciones de casillas, su llegada tardía a las elecciones y comenzar hasta las 10 de la mañana a instalar casillas, fue el detonante de lo que está ocurriendo en los tribunales electorales.
El resultado erróneo de los conteos y las irregularidades, tiraron la elección, según es la versión oficial, en el Distrito Electoral 15, San Pablo del Monte; luego, se reasignaron diputaciones plurinominales, donde sacaron a la candidata del Nueva Alianza Tlaxcala y metieron a una de Morena.
Recientemente, el ITE deberá corregir reasignación de regidurías en 4 municipios, debe quitar constancias de mayoría y entregar a otros regidores y presidentes de comunidad, al momento… ¿Qué otras sorpresas habrá?
Trascendidos
– Qué presidente municipal electo de Morena, farol y con piel camaleónica, anda que se le queman las habas por asumir funciones, que en el proceso entrega recepción, minimiza al alcalde y él ya da órdenes sobajando a los empleados…
– Será cierto que en la nueva Fiscalía hubo un despido de 130 servidores públicos, que tiene en jaque a la dependencia y lo peor, las nuevas «contrataciones» son recomendados sin experiencia y solo con educación secundaria y preparatoria…