Por J. Luis Ahuactzin
Se trata de Micaela Francisca Hernández Palafox, Maribel Díaz y Verónica Díaz, propietarias del monopolio de grúas que existe en el Estado, quienes durante poco más de 40 años han explotado, hostigado y amedrentado laboralmente a sus trabajadores, tras darles un trato inhumano.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, surgió una denuncia ciudadana para evidenciar la forma violenta en que las «poderosas mujeres» tratan a sus empleados, quienes no solo sufren violencia, hostigamiento laboral y psicológica, sino que hasta son humillados.
«… por unas míseras monedas que recibimos a cambio de jornadas laborales extremas, de.24 horas diarias en ocasiones…».
Incluso, a través de una denuncia anónima, dijeron que los empleados son obligados a laborar jornadas infrahumanas, «somos tratados como viles esclavos, ya que de 7 días de la semana, 6 de ellos tenemos que trabajar las 24 horas del día, sin derecho al descanso…».
Además de sufrir malos tratos, también dijeron que padecen acoso laboral, y sus derechos laborales tampoco son respetados, ya que les condicionan el pago de sus honorarios y en el caso de sus aguinaldos al día de hoy, a varios de ellos, todavía se les adeuda del 2023.
Pese a sufrir el hostigamiento laboral, las empresarias «Micaela, Maribel y Verónica han contratado a golpeadores y a ex militares pertenecientes a la Guardia Nacional y ex Policía Federal, para amedrentar a los trabajadores y clientes por sus altos costos…».
Denunciaron que en días pasados, las «poderosas mujeres» acudieron a una de sus oficinas en compañía de sus golpeadores y sus abogados para amenazar y amedrentar a sus trabajadores para obligarlos a firmar nóminas de pago que jamás han sido pagadas.
En el audio anexo, se escucha como un modesto empleado defiende sus derechos laborales, pese reconocer que él es ignorante del tema, pero que no fueron respetados por el equipo jurídico contratado por el clan Díaz conformado por un poderoso trío de mujeres, quienes con el evidente poder de su dinero pisotean a la población con el cobijo de las autoridades.
En consecuencia, los denunciantes que pidieron la gracia del anonimato por miedo a represalias hicieron un llamado a todas las autoridades y a la sociedad tlaxcalteca, «para no dejarse sorprender por estas dueñas que durante 40 años han explotado a los trabajadores como a la sociedad con sus altos costos con su monopolio de grúas…».
