Por J. Luis Ahuactzin
Con un saldo aún incalculable, un grupo de feministas encapuchadas que realizó su protesta en la capital del estado por el 8M, causó destrozos en edificios públicos, monumentos históricos e iconoclasia a su paso.
El monumento a Benito Juárez, colocado en la que lleva su nombre, frente al Poder Legislativo, fue bañado con pintura blanca, así como mensajes de protesta.
El edificio del Poder Legislativo, también fue dañado, entre ellas el cubículo de la diputada Alejandra Ramírez Ortiz, a donde las llamas alcanzaron un escritorio; lo mismo ocurrió en la oficina del área de Información y Relaciones Públicas, cuya titular es América Montoya Ortega.
También resultaron dañados los edificios del Poder Judicial, ya que su acceso principal, que es un portón de madera, tiene un hoyo.
Otro edificio dañado es el de la Dirección de Gobernación del Poder Ejecutivo, que también sufrieron daños cristales y puertas de madera, ya que fueron perforadas.
También resultaron edificios públicos dañados por iconoclasia, fueron el de la presidencia municipal de Tlaxcala, donde escribieron consignas contra el DIF municipal; Correos de Tlaxcala y la fachada del Museo de Arte de Tlaxcala (MAT).
Una vez que causaron destrozos, también arremetieron contra comunicadores como Diana Zempoalteca de El Sol de Tlaxcala, Mariana Lovera del medio Martín Rodríguez, a quienes manotearon sus teléfonos celulares cuando consignaban los hechos.
Cuando los ánimos se caldearon, un grupo de jóvenes treparon las vallas metálicas y tras subir y querer ingresar al otro lado, los elementos antimotines lanzaron chorros de químicos contenidos en los tanques de los extintores.