Por J. Luis Ahuactzin
Mientras que la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, en un evento público en la capital del estado con adultos mayores, presumía el sistema de salud de su sexenio, casi como el de Dinamarca, un abuelito alzó la voz a lo lejos para reclamarle el desabasto de insulina y otros medicamentos.
Fue en el evento oficial de inauguración de la «Casa del Abuelo» en San Diego Metepec, Tlaxcala, cuando la mandataria presumía que el sistema de salud tiene «el mejor tomógrafo de América Latina», y que «ni siquiera un hospital privado lo tiene (…)», cuando de pronto, el abuelito, soltó el reclamo.
«Gobernadora, necesito (…)», pero de inmediato fue interrumpido por Cuéllar Cisneros, y aclaró que primero ella termina de hablar y posteriormente él tomaría la palabra.
Minutos después de tanta salameria y autoelogio a su gobierno, concedió la palabra al adulto mayor.
«Gobernadora, (inaudible) (…) por mi salud, yo acudo al Hospital General de Tlaxcala, no nos atienden, porque en el Centro de Salud no hay insulina para los diabéticos, no hay metformina, para que controlemos el azúcar, y así le podría decir de muchos (…)», denunció el abuelito.
Tras la denuncia realizada en público, porque la atención para adultos mayores es con espera de más de 30 minutos; acto seguido, la mandataria pidió que proporcionara sus datos generales y luego le avisó que le tenía una sorpresa «que bueno que me recordó (…)», dijo Cuéllar Cisneros.