Por J. Luis Ahuactzin
En una nueva intentona por conformar su propia estructura de cara a la sucesión de Lorena Cuéllar Cisneros como gobernadora, la dirigente estatal de Morena, Marcela González Castillo, abrió la puerta exmilitantes del PRI y del PVEM, de Apizaco.
«Seguimos avanzando con unidad y compromiso, siempre con las puertas abiertas para quienes quieran servir al pueblo con honestidad (…)».
Pese a que son cartuchos quemados y excandidatos perdedores, González Castillo, presumió la llegada del exregidor del ayuntamiento de Apizaco, Emilio Sánchez Rivera, excandidato a diputado local por el Distrito IV, por la alianza PAN, PRI.
Además de él, también se sumó a las filas de Morena, José Daniel Hernández López, presidente de comunidad de Apizaquito.
Y un tercer actor que por sí solo causa polémica es Gregorio Cervantes, hijo del exrector y dueño de la Universidad Metropolitana de Tlaxcala, exdiputado local por el PVEM.
De ser los que integraron la «mafia del poder», ahora se han sumado a las filas de la Cuarta Transformación, «el camino para construir un estado con prosperidad, bienestar y progreso (…)», presumió Marcela González Castillo.